Por Pilar Guevara
Ser mujer y homosexual en nuestro país no es fácil si se considera el machismo reinante, la poca visibilidad que tienen a nivel mediático, la falta de organizaciones sociales que las representen y el castigo social que aún persiste en su contra.
A todos nos dijeron alguna vez cuando éramos chicos que debíamos buscar una pareja, un hombre para casarnos o una hermosa mujer para formar una gran familia, y tener una linda casa con una cerca blanca y un perro. "Peroa mí, nadie me dijo que buscara mi felicidad junto a una mujer y, a pesar de que decidí hacerlo hace ya más de 10 años, aún no la he encontrado. Lo que más me llama la atención es que mis frustraciones no provienen de mi miedo heterosexual, sino precisamente desde el mundo homosexual", explica Claudia C. a Cambio21.
Ser lesbiana en Chile no es para nada fácil, ya que implica sufrir una doble discriminación: primero por el sólo hecho de ser mujer y por optar a dicha orientación sexual, y luego, por no poseer mayor presencia en la sociedad ni representación de ninguna organización social.
"Obvio que quiero que se termine la discriminación y que se hagan valer los derechos de la mujer, etc... Pero orgullo porque me gustan las mujeres, no", opinó la usuaria Amor descartable en el foro femenino llamado "Estoy orgullosa de ser lesbiana", en www.sobras.cl.
Es que ser "diferente" conlleva a una serie de consecuencias. Las lesbianas son mal miradas socialmente y, por tanto, son también estigmatizadas, prejuiciadas y muchas veces marginadas de su entorno, ya que esta diferencia sexual atenta contra las normas que establece la sociedad "normal".
"Lamentablemente vivimos en una sociedad machista, en donde el prototipo de liderazgo es el hombre. Por lo mismo, los gays poseen mayor visibilidad dentro del mundo homosexual", señala Fernando Muñoz, coordinador político del Movimiento Unificado de Minorías Sexuales (MUMS).
El escritor y activista gay Pablo Simonetti señala que "hoy en Chile hay adolescentes que viven con miedo a la reacción que puedan tener sus padres al enterarse de su condición. Adolescentes que son maltratados psicológicamente, golpeados y hasta echados de sus casas por padres homofóbicos. Hay jóvenes que ocultan su orientación sexual a sus amigos y compañeros de estudios por miedo a ser objeto de burlas y de ostracismo".
La invisibilidad lésbica
En internet existen pocas páginas lésbicas que hablen del tema. La revista virtual Rompiendo el Silencio fue la primera en Chile y partió imprimiéndose en papel en 2001 como Rz Magazine. En 2008 comenzó a actuar sólo como medio de comunicación en la red.
La periodista, directora y editora de la publicación, Erika Montecinos Urrea, comenta que actualmente no hay ninguna organización de lesbianas en nuestro país. "Sólo existen colectivas, como La Perlita, que nació del Colectivo Lésbico Sinfonía Lésbica", explica. Hoy el grupo cuenta con decena de mujeres en Santiago y otras seguidoras en Rancagua. Ellas han ido desplegando poco a poco un potente trabajo visual y político en espacios públicos a través de graffitis, murales, pegatinas, volantes, performances, intervenciones públicas y funas.
"Hubo un tiempo, en el año 2005, en que hubo muchas organizaciones. Con los años se fueron desperfilando. Este medio de comunicación es lo más visible que hay en estos momentos", agrega la gestora de Rompiendo el Silencio.
"No existen organizaciones sociales que las respalden, porque han tenido problemas para organizarse. Es verdad, nosotros poseemos mayor visibilidad, pero al fin y al cabo somos iguales en condiciones", enfatiza, por su parte, el coordinador político de MUMS.
"Las lesbianas activistas no comparten mucho las lógicas de poder que tienen los chicos gays. Ahí existen rivalidades entre ellos, hay mucha pelea y cosa de protagonismo, y en ese sentido muchas lésbicas no quieren participar, ya que no les gusta competir por quién sale más en la televisión", manifiesta Érika Montecinos.
"Yo tengo más esperanzas en las chicas más jóvenes. De hecho, existe un grupo de chicas lesbianas de la Pontifica Universidad Católica, Kueeruc. Ellas poseen muchos conocimientos. De ahí yo creo que saldrá alguna organización con vocerías y planteamientos políticos claros", afirma.
El costo de asumir
María José Gárate fue coronada como la Miss Visibilidad Lésbica en la Gay Parade 2009, organizada por el Movimiento de Liberación Homosexual (Movilh). Ganó por más de 7 mil votos generados en todo Chile y por la evaluación de un jurado que valoró lo que ella es y la forma en que promueve la visibilidad de su lesbianismo. "Un premio a la persona, más que a la belleza física", sintetiza la joven de 22 años, estudiante de Bioquímica en Concepción.
Comenta que en ese entonces no estaba completamente feliz: "Una parte de mí se sentía culpable". Es el precio de asumir públicamente su orientación sexual, lo que le ha reportado costos familiares. Su padre no la acepta como es. "La convivencia es difícil. Igual tratamos de tener una relación padre-hija, pero es difícil, porque el solo hecho de que él no me acepte ni me apoye en este sentido, es muy difícil", dice.
Su madre tampoco lo hace. Su reacción al enterarse de su condición sexual fue: "No puedo creer que mi hija sea maricona", cuenta y enseguida aclara que para ella es muy distinto ser maricona que lesbiana. "Maricona es una persona con dobles intenciones, mala, una persona que te cague. Lesbiana es una persona, una mujer, que le gusta otra mujer. Yo soy lesbiana", advierte.
¡Soy lesbiana y qué!
"La homosexualidad no es ningún trastorno mental y así lo afirma la comunidad científica internacional", explicó al diario español El Mundo Fernando Chacón, decano del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid. De hecho, la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) retiró en 1973 la homosexualidad de su manual de diagnóstico y la Organización Mundial de la Salud (OMS) dejó de considerarla una enfermedad en 1990.
"Asumir esta condición no es para nada fácil, ni para los hombres ni para las mujeres, pero creo que al momento de decirlo y liberarse uno se siente mucho más feliz. De hecho, la gente asumida vive mucho mejor su vida que las que no lo han hecho", manifiesta Fernando Muñoz, del MUMS.
Según Erika Montecinos, las lesbianas más jóvenes no tienen tanto problema en visibilizarse como tales o de expresar sus sentimientos. "Las mujeres de 35 a 40 años hacia arriba, que tienen un trabajo estable, tienen otro pensamiento. Sin embargo, las estudiantes universitarias se sienten mucho más relajadas, no tienen temor de expresarlo, entonces ahí se arma una brecha generacional, porque en ese sentido las más grandes son las que están más expuestas a perder sus trabajos o, cómo le pasó a la jueza Karen Atala, quién perdió la tuición de sus tres hijas debido a su condición sexual", expresa.
Más tarde el tribunal internacional determinó por unanimidad que tanto Atala como sus hijas sufrieron la violación a los derechos de igualdad y a la no discriminación, además de una violación al derecho a la vida privada. Por ello, el Estado fue obligado a realizar un "acto público de reconocimiento de responsabilidad internacional" y, además, condenado a pagar 34.798.196 pesos (72.000 dólares).
El psiquiatra y director del Centro Chileno de Sexualidad Humana, Gabriel Duques, señala que hoy asumir la homosexualidad es mucho menos conflictivo que antes, pero gran parte de la aceptación dependerá del entorno familiar.
"En general, depende mucho de la familia de uno. Hoy en día la cosa es menos conflictiva que antes. Sin embargo, hay familias que tienen una fuerte formación religiosa que muchas veces hace tremendamente difícil la posibilidad de hablar abiertamente de esto", dice Duques.
Según el profesional, sólo el cinco por ciento de la población corresponde a homosexuales exclusivos, es decir, que manifiestan abiertamente su tendencia: la mayoría son los bisexuales, cuya relación con el mismo sexo se vive en forma escondida, cuando hay otros que la descubren tardíamente.
"Bueno, como una fleta asumida, debo decir que estoy orgullosa de las personas que lo asumen como algo normal y no sufren tanto ni andan tan vueltas locas por la vida por lograr la aceptación de nadie, sino que simplemente reclaman sus derechos como seres humanos. Total, es como si un hétero dijera: Ah, soy hétero y estoy orgulloso de serlo", señala Camila R.
Mientras, Claudia C. opina que, "ser mujer y lesbiana es mucho más duro. Primero, tienes que luchar como mujer para demostrar que eres igual de válida que muchos de los hombres que te rodean. Y después tienes que enfrentar los obstáculos de ser homosexual".
Lesbianas famosas
Jodie Foster: La actriz estuvo dentro del closet durante mucho tiempo, y tras 15 años de relación y avalanchas de rumores, por fin decidió gritarlo a los cuatro vientos su condición. Ahora es una mujer feliz y con dos hijos.
Cynthia Nixon: Ella interpretó el papel de Miranda Hobbes en la famosa serie "Sex and the city". Reconoció su homosexualidad en 2004, luego de divorciarse de su marido con el que llevaba 15 años de matrimonio. Acaba de casarse con Christine Marinoni (una profesora y activista de los derechos de los gays).
Jane Lynch: Es una de las actrices más populares de la televisión en este último tiempo. Ha aparecido en una infinidad de series, desde "The X-Files" a "The L Word", pasando por "Mujeres Desesperadas". Sin embargo, con la serie que Jane ha sido catapultada a la fama ha sido con su rol de Sue Sylvester, en "Glee". Quizás el hecho de no ser tan conocida por el público general le ha ayudado a sobrellevar su lesbianismo sin tapujos. Casada, este mismo año con Lara Embry, se ha mantenido siempre fiel a la discreción.
Rosie O'Donnell: La actriz se hizo famosa por interpretar a Betty Marmol en la película "Los Picapiedras", pero también es conocida por ser comediante, monologuista y editora. Asumió su homosexualidad en 2002 y el principal motivo que la llevó a salir del closet fue presentarse ante la opinión pública como "madre lesbiana" y criticar los impedimentos del estado de Florida, que prohíbe a los gays adoptar menores. La actriz se puso a sí misma como ejemplo de persona perfectamente capacitada para educar niños.
Lindsay Lohan: Comenzó en el cine muy joven, siempre ha sido un referente para las niñas, y un icono de la moda para muchas, aunque ha tenido buenas y malas etapas, en lo que a estilo se refiere. Ha sido una chica rebelde durante muchos años, pero ahora parece haber encontrado la estabilidad junto a su amiga DJ Samantha Ronson, una lesbiana muy conocida.
Ley antidiscriminación
El pasado martes 8 de mayo se aprobó en la Cámara de Diputados un proyecto de ley antidiscriminación, cuyo trámite demoró siete años y se aceleró tras la muerte de Daniel Zamudio, el joven gay asesinado por cuatro supuestos neonazis.
Por 90 votos a favor, 16 en contra y 3 abstenciones, la Cámara Baja aprobó la iniciativa. Tras un encendido debate, los legisladores determinaron que la propuesta está en condiciones de ser discutida en el Senado, con miras a convertirse en ley.
El vocero del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), Rolando Jiménez, expresó su satisfacción con la votación: "podemos decir que se acabó la impunidad contra el racismo, contra la homofobia, la xenofobia y el clasismo, que también es una expresión poderosa en la sociedad chilena. Han sido siete largos años de tramitación", finalizó.
